sábado, 3 de diciembre de 2016

Como pensar (según uno de los científicos más importantes del mundo)

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"La ciencia es mucho más una manera de pensar que un conjunto de conocimientos"—Carl Sagan

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Ed Boyden es profesor de ingeniería biológica y ciencias cerebrales y cognitivas en el Media Lab del MIT y el Instituto McGovern MIT.

Sus (muy impresionantes) logros académicos incluyen tres diplomas del MIT: ingeniería eléctrica, ciencias de la computación y física. Como si esto fuera poco, también tiene un doctorado en neurociencia otorgado por la Universidad de Stanford.

Ha sido reconocido por la revista Discovery como uno de los 20 mejores científicos menores de 40 años. La lista de premios y reconocimiento que ha obtenido es de extensión sobrecogedora.

Hace unos años Boyden publicó en el MIT Technology Review un artículo llamado “Cómo pensar” y, dado que es un hombre que se gana la vida estudiando el funcionamiento del cerebro y que sus extraordinarios logros respaldan la eficacia de sus métodos, pienso que podría resultar útil echarle un vistazo a sus recomendaciones.


Abajo comparto mis preferidas:
Sintetice constantemente las nuevas ideas. Nunca leas pasivamente. Anota, modela, piensa y sintetiza mientras lees, incluso cuando estás leyendo lo que consideras como material introductorio. De esta manera, siempre buscarás comprender las cosas con una claridad lo suficientemente buena para ser creativo.

Aprenda a aprender (rápidamente). Uno de los talentos más importantes para el siglo XXI es la capacidad de aprender casi cualquier cosa al instante, así que cultiva este talento. Debes ser capaz de prototipar ideas rápidamente. Aprende cómo funciona tu cerebro. (A menudo necesito una siesta de 20 minutos después de cargar un montón de cosas en mi cerebro y después necesito la mitad de una taza de café. Saber cómo funciona mi cerebro me permite usarlo bien.)

Siempre ten un plan a largo plazo. Incluso si lo cambias todos los días. El acto de hacer el plan por sí solo vale la pena. Y aunque lo revises con frecuencia, tienes la garantía de estar aprendiendo algo.

Realiza mapas de contingencia. Dibuja todas las cosas que tienes que hacer en una hoja grande de papel y define qué cosas dependen de otras. A continuación, señala las cosas que no dependen de nada, pero que muchas cosas dependen de ellas y termínalas en primer lugar.

Documenta todo obsesivamente. Si no lo registras puede que nunca llegue a tener impacto en el mundo. Una gran parte de la creatividad es aprender a ver las cosas correctamente. La mayoría de los descubrimientos científicos importantes son sorpresas. Pero si no está documentada y digerida cada observación, y aprendes a confiar en tus ojos, entonces no sabes cuando te has encontrado con una sorpresa.
Y además, dos notas prácticas:
La primera es en el campo de la gestión del tiempo. Me gusta mucho lo que yo llamo la planificación logarítmica del tiempo, en la que los eventos que están a la mano se programan con la resolución más fina que los eventos que están muy lejos. Por ejemplo, las cosas que suceden mañana deben ser programadas en minutos, las cosas que suceden la próxima semana deben ser programadas en horas, y las cosas que suceden el próximo año deben ser programadas en días. ¿Por qué todas las aplicaciones de calendario obligan a señalar el minuto exacto en el que algo va a ocurrir si uno está planificando lo que va a pasar dentro de un año? Yo utilizo un procesador de texto para programar todos mis eventos, tareas y compromisos, con resolución decreciente cuanto más lejos en el futuro.


El segundo punto de vista práctico: Me parece muy útil escribir y dibujar mientras hablo con alguien, realizar resúmenes de conversación en pedazos de papel o páginas de cuadernos de notas. A menudo utilizo un montón de anotaciones de colores para resaltar los puntos más destacados. Al final de la conversación, fotografío digitalmente el pedazo de papel para que capture todo el flujo de la conversación y los pensamientos que surgieron. La persona con la que he conversado por lo general se queda con el papel original y la fotografía digital la cargo en mi equipo para luego etiquetarla y archivarla por palabras clave. De esta manera puedo recuperar con un toque en mi portátil todas las imágenes, bocetos, ideas, referencias y puntos de acción de una breve nota que tomé durante una visita de cinco minutos en una cafetería hace años. Con cámaras de 10 megapíxeles que cuestan un poco más de $100, usted puede capturar fácilmente en tan sólo un segundo una docena de páginas completas en una sola toma.

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